La correcta conservación del té es esencial para mantener su sabor, aroma y propiedades durante más tiempo. Aquí tienes algunos consejos para hacerlo adecuadamente:

*Utiliza latas herméticas: Opta por latas de té herméticas que puedan sellarse de manera efectiva para evitar la entrada de aire y humedad. Las latas herméticas ayudan a mantener el té fresco y protegido de olores externos que puedan afectar su sabor.

*Mantén el té alejado de la luz: La luz puede degradar los compuestos naturales del té, disminuyendo su calidad y sabor. Por lo tanto, es mejor almacenar el té en un lugar oscuro o en un armario donde no reciba luz directa del sol.

*Almacena el té en un lugar fresco y seco: La humedad y el calor excesivo pueden afectar negativamente el té, provocando la pérdida de sabor y favoreciendo el crecimiento de moho. Busca un lugar fresco y seco para almacenar las latas de té.

*Evita olores y sabores externos: El té es muy poroso y puede absorber olores y sabores de otros alimentos cercanos, especialmente si no está almacenado correctamente. Evita almacenar el té cerca de especias fuertes u otros alimentos con aromas intensos.

*No lo guardes en el frigorífico: Aunque algunas personas piensan que refrigerar el té puede prolongar su frescura, esto no es recomendable. El té absorbe fácilmente los olores del frigorífico, lo que puede afectar su sabor.

*Compra cantidades adecuadas: Trata de comprar solo la cantidad de té que consumirás en un período razonable de tiempo. El té tiene una vida útil, y aunque bien almacenado, puede durar varios meses o incluso años, es mejor no almacenar grandes cantidades durante demasiado tiempo.

*Fecha de caducidad: Verifica la fecha de caducidad del té antes de comprarlo. 

Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar del té en su mejor estado durante más tiempo. Recuerda que, con el tiempo, algunos tés pueden perder parte de su aroma y sabor, por lo que siempre será mejor consumirlos mientras estén frescos.